Cuando Clubhouse nació, nadie podría haber predicho el crecimento tan rápido de una red social de audio que giraba en torno a las conversaciones similares al podcast que involucraban a miles de oyentes en directo. El gobierno de China seguramente tiene otros asuntos que tratar, aunque una vez que la red impezó a atraer la atención de los millones de personas de todo el mundo, el problema se hizo evidente: sería extremadamente dificil de controlar y restringir la conversación fluida, que se puede empezar en cualquier momento y tocar los temas más polémicos.
Muy pronto miles de personas de China y los regiones vecinos pudieron unirse al servicio y tener varias conversaciones, algunos de los cuales no pintaron a sus gobiernos bajo una luz particularmente favorable. Se plantearon temas como Taiwán, Hong Kong, la libertad de expresión y la libertad en general, se conectaron usuarios de diferentes partes del continente y hablaron durante mucho tiempo sobre estos y otros temas, sin ninguna restricción.
Es obvio, cuando se trata de servicios populares como Clubhouse, es solo cuestión de tiempo antes de que termine el “período del salvaje oeste” y se apliquen algunas restricciones y prohibiciones. El grado varía según el liderazgo, por lo que solo nos queda esperar y ver cómo China abordará esta situación. Sin embargo, todavía hay tiempo para tener muchas discusiones interesantes en línea.
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